Rese libros: las crónicas de belgarath (1-3)

¡Buenos días!

He comenzado a añadir ciertos toques navideños al blog para esta fecha tan especial en la que vivimos... Porque me apetecía ponerlo en plan navideño.

Hoy os traigo una reseña de tres libros que no he visto nunca en los blogs y supongo que sea porque son antiguos y no están de moda, pero a mi me gustan bastante. Me los recomendó mi madre y aunque suelo apartar los libros que me recomienda porque a veces no es el momento, siempre escoge bien. Es una buena madre.

Esto es por si algún día mi madre dice algo como "Oye Gema, ¿me dices la página de tu blog?" Que vea lo mucho que la quiero.

No, ahora en serio, suele tener buen gusto.

Pasando a la reseña de verdad, estos libros cuentan una aventura de las antiguas, de grandes dioses, el destino del mundo en mano de un grupo de personajes de lo más variopintos y concretamente ligado a las decisiones de Garion, nuestro protagonista, un niño pequeño al que quieres y odias a partes iguales.

La historia me atrapó desde el principio por la variedad de personajes, y, si tengo que compararlo con alguna saga, supongo que sea con la dragonlance. Al principio nos hablan de los personajes en su vida diaria mientras Garion va creciendo y pasa por diferentes estados de la juventud en los que tienes que tener paciencia para soportarlo, siempre tan tiquismiquis, siempre queriendo saberlo todo, siempre quejándose porque le persigue gente mala, desobedeciendo cuando solo piensas que si lo hace se va a meter en líos. Yo al principio me preguntaba como su tía Pol (Polgara) no le daba un par de golpes...
Claro que luego, cuando ves que su familia no le dice ni le explica nada, comienzas a comprenderle un poco. El hecho de que viva rodeado de riesgo, siendo perseguido y teniendo que ocultarse, mientras pasa la edad del pavo, es muy duro. Sobre todo para una lectora de 20 años que empieza a comprender que los niños, lejos.

A medida que avanza la historia aparecen más personajes. El señor lobo (Belgarath) es nuestro sabio viejo. Seda nuestro ladrón/espía/de todo del que estoy enamorada. Barak, Durnik, Mandolleran, Ce'Nedra... Todos los personajes tienen su importancia y son sin duda únicos, con sus problemas y su desarrollo a lo largo de las novelas.

Los libros yo los suelo leer despacio, casi saboreándolos, aunque es cierto que hay veces que me saturo, que no quiero cogerlo, y luego caen doscientas páginas del tirón. No son unos libros que estén escritos de una manera mágica, pero cuando vas leyendo poco a poco la historia, más te das cuenta de que su pluma se introduce en tu interior. Ves perfectamente los escenarios que te presenta y te inmiscuyes en una historia que se hace más épica cada vez que la lees. Los mundos y los personajes son muy complejos y bien llevados, casi dando envidia. Es un mundo que puede dar mucho juego y Eddings lo explota con totalidad. Una cosa que me encanta es su magia. No te la explica directamente, no pueden hacer de todo, pero poco a poco te va dando pistas sobre su funcionamiento, es como ponerte la miel en los labios, te da lo justo para querer saber más. Creo que eso es lo básico de esta saga. Que siempre quieres saber más.

Y, sobre todo, es que a veces hay estas pequeñas perlas que te hacen detenerte, saborearlas y subrayarlas.

Así que, gracias, David Eddings, gracias por una historia tan compleja y gracias por unos libros dignos de leer. Ahora que se acerca la navidad y tenéis tiempo para poneros con las sagas, si queréis probar algún libro que no sea el típico reseñado 20 veces en los blogs actuales, probad con esta vieja joya. Seguro que no os decepciona.