No me arrepiento.
Hablaros de la carrera es un poco difícil. Bastante dificil. Contaros su sinopsis no servirá de nada, porque lo atractivo de esta historia no es lo que está en la contraportada y creo de verdad que no le hace justicia. Es cierto que resume bien los distintos lugares que visitaremos en la novela y que nos pincela parte de los relatos, de los personajes que vamos a contar o de la dinámica del mundo que nos presenta Nina Allan en esta novela, pero lo interesante, al final, está en leerlo.
La historia comienza con Jenn y Sapphire, una joven que vive en una zona de gran bretaña destruida por el fracking y reconstruida gracias a carreras de perros biónicos, pero lo impactante de esta historia no es tanto ese mundo sino los personajes que lo habitan, sus historias e inquietudes. A medida que iba leyendo sentía un nudo en mi estómago que no estaba tan formado por la destrucción ecológica o la ingeniería genética en perros como por las historias de los personajes, la tensión familiar entre Jenn y su hermano o la forma en que este trata a su mujer.
Pero cuando este relato, o capítulo, termina, llega otro igual de doloroso, o más, y el nudo en el estómago se hace más grande, la angustia crece y, lo peor de todo, no puedes dejar de leer.
Dejando a un lado la trama de mundo futurista distópico, de verdad que creo que aquí lo importante son los personajes. Nina Allan crea un ambiente futurista y, aunque las tramas giran en torno a eso, los problemas de las protagonistas no son tanto algo del futuro, sino situaciones cotidianas con un toque extraordinario para unirlas en este libro. Y sí, he dicho deliberadamente las protagonistas, pues la historia nos cuenta la vida de tres mujeres, Jenn, Christy y Maree, y como esta se interconecta aunque no llegue a tocarse del todo. Pese a la incomodidad que me supone actualmente leer en físico (hola, el ebook pesa poco y yo leo de lado en la cama) agradezco haber recibido el libro en este formato, porque he ido mucho hacia delante y hacia atrás intentando corroborar mis sospechas e intentando hilar la trama de las distintas mujeres, ya que el libro no iba a hacerlo por mi.
Pero me gustaría seguir hablando de mujeres, porque me ha sorprendido gratamente la cantidad y variedad que hay (y no debería sorprenderme). Este libro da un paso más allá en representación y nos muestra mujeres de diferentes etnias, formas corporales y, en general, mujeres reales. Lo que más me ha dolido tal vez ha sido ver que, incluso en el futuro y un mundo distópico el machismo sigue algo interiorizado, y las mujeres todavía no son capaces de reconocerlo si no es a posteriori y haciendo análisis de sus actos.
Bueno, actualmente no tengo muy claro si esa parte de la novela era el futuro o no.
La forma en que está escrita la historia es peculiar. Las cosas no suceden una detrás de la otra, enlazando una situación con la siguiente. A veces un personaje se va por las ramas mientras cuenta su historia y dice algo que parece no tener nada que ver con el resto, pero conecté automáticamente con esa forma de narrar. Es cierto que en algunos momentos dolía, te soltaban la bomba y retrocedían para contarte la historia desde unos minutos para atrás, pero también soy de las que se salta esas partes para leer lo que pasa a continuación y luego volver a leerlo en el orden correcto, así que, en parte, coincidía con mi estilo habitual de lectura. El estilo me ha gustado porque me ha parecido cercano, cargado de metáforas y al mismo tiempo muy cuidado.
La Carrera es uno de esos libros que cierras, pero no se van del todo. Incluso cuando estaba leyéndolo y paraba sentía que seguía pensando en él durante horas, intentando concentrarme en los detalles de todo lo que contaba. No solo te hace pensar en la historia, sino también reflexionar hacia dónde nos dirigimos como especie y cuál es el futuro que le espera al planeta. La premisa ecologista está ahí, pero no es algo que te lancen a la yugular, como la mayoría de los tremas que trata en la novela. Te deja pensando y reflexionando, y eso es importante también.
He de decir que, en conjunto, el libro me ha gustado. Me resulta raro decirlo, porque es cierto que me he vinculado mucho con los personajes y la mayoría del tiempo he leído con el corazón en un puño y frío en las manos solo por la historia que estaba contando. Algunas cosas ni siquiera son tan grandes como para ponerme así, pero creo que no necesitas historias muy complejas o traumas enormes como para conectar y meterte esa tensión y nerviosismo en el cuerpo. Nina Allan nos muestra un mundo muy distinto al que conocemos, pero solo una pequeña fracción de él, a pequeña escala y en unos pocos personajes, y aún así puedes sentir como el peso de muchos eventos ha mellado a estos personajes.
No es un libro para todo el mundo, pero si quieres recibir una bofetada de realidad y reflexionar, seguro que podrás disfrutarlo.
Gracias a Ediciones Nevsky por el ejemplar
Pues entre mañana y pasado como te dije voy a empezar, así que ya te comento :)
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