Rese-Libros: Rojo y Oro.

Llevo mucho tiempo pensando en reseñas que tengo a medio hacer, o sin hacer pero que debería, y la primera que me viene a la cabeza, sin duda, es Rojo y Oro.
Leí Rojo y Oro nada más salió, de una sentada. No podía dejar de leer, como me suele pasar con las novelas de Seliria, y sumando eso a una noche en la que no podía dormir, el libro me duró tan poco que a veces me pregunto si me mereció la pena comprarlo.
Claro, que lo disfruté tanto que no me arrepiento de la compra.

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Rojo y Oro nos transporta a un mundo de temática grecolatina. Asteria y sus amazonas han sido secuestradas por el emperador para participar contra su voluntad en luchas de gladiadores. Orión es el hijo de una diosa caída en desgracia y no es más que un esclavo buscando un futuro mejor. Sus historias se entrelazan en una trama que está cargada de acción y secretos que poco a poco se nos van desvelando.

Escuchad mortales,
la historia de un dios que no quería vivir,
de una amazona obligada a matar
y de su libertad para siempre robada.
Aguardad y temed el despertar del caos:
cuando Eris abra los ojos,
la venganza al fin llegará.

Ha pasado mucho tiempo desde que leí este libro pero sus personajes siguen estando claros en mi cabeza. Asteria, siempre luchando por sus hermanas amazonas, incansable incluso en momentos difíciles y luchadora hasta el último segundo. Orión, tan inocente a veces y tan frágil. Es sorprendente cómo pueden mostrarnos a un dios de la Vida como es Orión tan débil en algunos sentidos, que a veces nos olvidamos de su divinidad.

La ambientación de la historia, aunque se nos hace conocida por beber de la mitología griega, tiene un toque propio y se hace muy agradable conocer los dioses como nos los presentan en la historia. El giro argumental con el que se inicia la novela (y que a mi, personalmente, me duele un poco) nos va mostrando la trama de los dioses con sutileza. Cómo todo acaba cambiando por un simple gesto y las dinámicas de poder en el olimpo giran en un instante. También me encantó que se incluyera un grupo de amazonas en la historia. Es como si siempre pasáramos por alto ese grupo de mujeres que crecían sin la presencia de hombres y que formaban una hermosa comunidad cargada de amor y apoyo, pero también de fortaleza. Ojalá más sororidad en las novelas juveniles, y tan bien mostradas como en esta novela.

Las historias de damas en apuros rescatadas siempre por un héroe no son mis preferidas. Probablemente, de hecho, todas ellas las inventan los hombres con un gran afán de sentirse útiles y necesarios.

Por otra parte, el personaje de Ligeia simplemente me encantó. No me esperaba toparme con alguien así en la novela y, cuanto más profundizaban en la personalidad de la joven, más disfrutaba. La forma que tiene de interactuar con Asteria es casi de agradecer.

Creo que esa es una de las cosas que más me gusta del libro: que hay interacción entre mujeres, y que no hay celos ni mal cuerpo detrás. Hay mujeres malas y buenas, hay variedad y, por encima de todo, cuando hablan entre ellas lo hacen sin tener que recurrir a hablar de un hombre. Las mujeres tienen un papel principal en la historia y son quienes llevan la trama adelante. A veces resulta sorprendente que encontrarte con este tipo de emocione, de las pocas que hay y ojalá no tener que decir estas cosas en una reseña.

Las luchas que merecen la pena son aquellas en las que creemos de corazón.

Es cierto que bueno, me leí el libro en una noche, así que todas las emociones al final se fueron solapando. Simplemente no podía dejar de leer, porque cada página era una nueva intriga o una vorágine de emociones que me hacían quedarme sentada en el salón, esperando otro vuelco emocional. Lloré mucho con este libro, la verdad.

El estilo, como siempre con las novelas de Seliria, me ha encantado. Tienen un aire muy delicado a la hora de escribir y la forma en la que se distinguen los dos personajes en la narración es maravillosa. De esta novela, sin embargo, descanto los cantos. Son como las leyendas que quedan de lo que fue la historia de Rojo y Oro y  la forma en la que se narran hace que se me pongan los pelos de punta al recordarlo.

Para finalizar, me encantaría hablar de las ilustraciones. Mar del Valle ilustra tanto la portada como las imágenes del interior de la novela y, cuando estaba leyendo, me paraba varios minutos solo para admirar cada una de ellas. La ilustración de Eris para mí es maravillosa, pero la de las amazonas hace que uno se estremezca al verla.

Os recomiendo encarecidamente seguir a Mar del Valle en twitter para no perderos su arte.

En general creo que Rojo y Oro es una novela que merece la pena leer, cuya historia ya de por sí es genial, pero que tiene además esos matices que la hacen todavía más especial. Y, por encima de todo, si la novela viene tan bien acompañada con las ilustraciones que tiene, no está de más que todos nos pongamos a leerla.

La vida verdaderamente no conoce de probabilidades o de leyes superiores. Aparece en el sitio menos esperado y se aferra con todas sus fuerzas a donde sea necesario.

¿Habéis leído la novela? ¿Os gustan las historias basadas en la mitología griega?